de Cultura Popular y Deporte aquí:
http://trabajofinal-culturaydeporte.blogspot.com/
martes, 23 de noviembre de 2010
Una dura realidad
El fútbol infantil ha cambiado radicalmente a partir de la creciente globalización en la década del 90. Los objetivos de los clubes y los padres ya no pasan por la formación del niño, hoy se buscan futuras joyas para futuros auspiciosos.
En tiempos de mercantilización y puro capitalismo es común escuchar sobre la búsqueda de un bienestar económico. La situación toma aún mucha mayor dimensión según el contexto. Y quizás, ante un futuro no muy prometedor, se busca la salvación por otros caminos. El fútbol, uno de ellos. En ese afán de escalar social y económicamente, se ve la desesperación por parte de los padres por el desarrollo de los hijos en el deporte, en especial en el antes mencionado.
Y en esa exasperación, se infunde en los niños una presión para que triunfen, para poder llegar a primera, para ser profesionales, que muchas veces se olvida una parte fundamental: el aprendizaje del joven y la formación de su identidad.
Este grupo de trabajo llevo a cabo una investigación sobre dicha problemática, con el fin de comprobar ciertos objetivos y para ello, nos dirigimos hacia las instalaciones del club Centro de Fomento Los Hornos y observamos una jornada del fútbol infanto-juvenil del que dicho club forma parte.
Numerosas familias, jóvenes, adultos acompañando a sus hijos eran la imagen que decoraba el contexto, un contexto que hacía suponer un clima distendido, haciendo que en un principio se dude del preconcepto con el cual se inició la investigación.
Sin embargo, una vez iniciados los partidos, pudimos notar dos tipos de comportamientos totalmente diferentes: por un lado, las familias disfrutando del juego y acompañando a sus hijos sin importar el resultado, juegue bien o mal. Por otro lado, otra cara, totalmente diferente: un grupo reducido de padres que con sus actitudes demostraban que lo que les importaba era que sus hijos ganasen a cualquier precio, sin tener en cuenta el goce y el disfrute del pequeño, la parte fundamental al iniciarse en el fútbol.
Al hablar con Francisco Unsworth, padre integrante de este pequeño grupo de padres, comentó que su actitud de constante acoso sobre su hijo no era con la idea de presionarlo sino de hacerle entender del potencial del joven. Además, agregó que el sueño de toda la familia era ver al niño triunfar en primera división.
Ante el incansable asedio del adulto mediante ademanes y gritos, el niño se desconcentraba, no prestaba atención a las indicaciones de su entrenador y todas sus decisiones iban en contra de su potencial. Una realidad que ya dejó de ser ajeno sólo a los clubes de elite.
También, esta investigación se relaciona de manera directa con dos puntos clave de la materia. En primera instancia con el concepto de identidad. El niño desde pequeño va formando su persona haciéndose diferente al resto. En esta formación tendrá preponderancia su familia y los lugares a los que acude diariamente (la escuela, el club, la plaza del barrio).
En el caso de nuestro trabajo, las actitudes que toman los mayores fuera de la cancha repercuten tanto en el accionar del joven dentro de la misma como en la formación identitaria.
Por otro lado, el segundo concepto clave de la materia relacionado a la investigación es el de globalización, vista desde la apertura de los mercados económicos. Dentro de este contexto, el fútbol pasó a ser uno de los negocios más redituables del mundo, y Argentina, uno de los mayores proveedores de jugadores de primer nivel al extranjero.
En este sentido, es donde los mayores ven en sus hijos un futuro económico que los posicione favorablemente dentro la estructura social. Por esta razón, es común ver que la exigencia por el triunfalismo y el exitismo se vislumbra cada vez más desde edades prematuras.
A pesar de los valores y las ideas que el club Centro de Fomento Los Hornos intenta transmitir en los más jóvenes, dicha institución no es ajena a una realidad que fluye en la mayoría de las canchas donde se practica fútbol infanto-juvenil.
En la búsqueda de poder triunfar y obtener réditos económicos, generalmente se termina por perjudicar la formación identitaria del joven, dado que la presión ejercida por los adultos/mayores termina yendo en contra de los objetivos en un principio planteados.
En tiempos de mercantilización y puro capitalismo es común escuchar sobre la búsqueda de un bienestar económico. La situación toma aún mucha mayor dimensión según el contexto. Y quizás, ante un futuro no muy prometedor, se busca la salvación por otros caminos. El fútbol, uno de ellos. En ese afán de escalar social y económicamente, se ve la desesperación por parte de los padres por el desarrollo de los hijos en el deporte, en especial en el antes mencionado.
Y en esa exasperación, se infunde en los niños una presión para que triunfen, para poder llegar a primera, para ser profesionales, que muchas veces se olvida una parte fundamental: el aprendizaje del joven y la formación de su identidad.
Este grupo de trabajo llevo a cabo una investigación sobre dicha problemática, con el fin de comprobar ciertos objetivos y para ello, nos dirigimos hacia las instalaciones del club Centro de Fomento Los Hornos y observamos una jornada del fútbol infanto-juvenil del que dicho club forma parte.
Numerosas familias, jóvenes, adultos acompañando a sus hijos eran la imagen que decoraba el contexto, un contexto que hacía suponer un clima distendido, haciendo que en un principio se dude del preconcepto con el cual se inició la investigación.
Sin embargo, una vez iniciados los partidos, pudimos notar dos tipos de comportamientos totalmente diferentes: por un lado, las familias disfrutando del juego y acompañando a sus hijos sin importar el resultado, juegue bien o mal. Por otro lado, otra cara, totalmente diferente: un grupo reducido de padres que con sus actitudes demostraban que lo que les importaba era que sus hijos ganasen a cualquier precio, sin tener en cuenta el goce y el disfrute del pequeño, la parte fundamental al iniciarse en el fútbol.
Al hablar con Francisco Unsworth, padre integrante de este pequeño grupo de padres, comentó que su actitud de constante acoso sobre su hijo no era con la idea de presionarlo sino de hacerle entender del potencial del joven. Además, agregó que el sueño de toda la familia era ver al niño triunfar en primera división.
Ante el incansable asedio del adulto mediante ademanes y gritos, el niño se desconcentraba, no prestaba atención a las indicaciones de su entrenador y todas sus decisiones iban en contra de su potencial. Una realidad que ya dejó de ser ajeno sólo a los clubes de elite.
También, esta investigación se relaciona de manera directa con dos puntos clave de la materia. En primera instancia con el concepto de identidad. El niño desde pequeño va formando su persona haciéndose diferente al resto. En esta formación tendrá preponderancia su familia y los lugares a los que acude diariamente (la escuela, el club, la plaza del barrio).
En el caso de nuestro trabajo, las actitudes que toman los mayores fuera de la cancha repercuten tanto en el accionar del joven dentro de la misma como en la formación identitaria.
Por otro lado, el segundo concepto clave de la materia relacionado a la investigación es el de globalización, vista desde la apertura de los mercados económicos. Dentro de este contexto, el fútbol pasó a ser uno de los negocios más redituables del mundo, y Argentina, uno de los mayores proveedores de jugadores de primer nivel al extranjero.
En este sentido, es donde los mayores ven en sus hijos un futuro económico que los posicione favorablemente dentro la estructura social. Por esta razón, es común ver que la exigencia por el triunfalismo y el exitismo se vislumbra cada vez más desde edades prematuras.
A pesar de los valores y las ideas que el club Centro de Fomento Los Hornos intenta transmitir en los más jóvenes, dicha institución no es ajena a una realidad que fluye en la mayoría de las canchas donde se practica fútbol infanto-juvenil.
En la búsqueda de poder triunfar y obtener réditos económicos, generalmente se termina por perjudicar la formación identitaria del joven, dado que la presión ejercida por los adultos/mayores termina yendo en contra de los objetivos en un principio planteados.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)